Entre montañas y una laguna que dio nombre al pueblo, Salinas esconde un tesoro que pocos conocen. No es casualidad que este rincón del Alt Vinalopó, rodeado por la Sierra de Salinas, el Rincón de Don Pedro y los Picachos de Cabrera, produzca un aceite de oliva con carácter propio. Aquí, donde la historia está ligada al agua y la sal, los olivos han encontrado un hogar perfecto.
Te lo cuento como quien comparte un secreto: el aceite de Salinas tiene ese toque especial que solo da una tierra con personalidad. No es un aceite cualquiera, es el resultado de siglos de tradición en un entorno único donde la naturaleza ha sido generosa.
El aceite del Alt Vinalopó: un tesoro entre salinas
En esta comarca alicantina, el aceite de oliva forma parte de la identidad local. Las variedades de aceituna cultivadas en el Alto Vinalopó, como la villalonga y la cornicabra, dan lugar a aceites con perfiles de sabor únicos y distintivos.
Este aceite virgen extra es un producto premium destinado principalmente a la hostelería, pero que cada vez más particulares buscan para sus cocinas.
Lo que hace especial al aceite de esta zona es la combinación perfecta entre el terreno, el clima y el saber hacer tradicional. Los olivos crecen en un entorno privilegiado, rodeados de montañas que los protegen y con una exposición al sol que favorece la maduración óptima de las aceitunas.
Y es que, como bien saben los agricultores de la zona, el secreto de los mejores aceites de Alicante está precisamente en sus montañas. Esos bancales escalonados que tanto caracterizan nuestro paisaje no son capricho, sino sabiduría ancestral: permiten aprovechar cada gota de agua y cada rayo de sol para que la aceituna crezca en condiciones ideales.
Del olivo a la mesa: cómo se elabora el aceite de Salinas
Para entender por qué el aceite de Salinas es tan especial, hay que conocer cómo se produce. Todo empieza con la recolección, que aquí se hace respetando los tiempos de la naturaleza. La recolección de las aceitunas en Alicante es casi un ritual, donde cada detalle cuenta para conseguir el mejor resultado.
Una vez recogida la aceituna, el siguiente paso es llevarla a la almazara. Si nunca has visto una, te cuento que una almazara es el lugar donde la magia ocurre, donde la aceituna se transforma en ese oro líquido que tanto valoramos. En el caso del aceite “Oro del Vinalopó”, la extracción se realiza siguiendo métodos tradicionales pero con tecnología moderna, lo que garantiza la máxima calidad.
La extracción en frío es fundamental para preservar todas las propiedades organolépticas del aceite. Al mantener la temperatura por debajo de los 27°C durante todo el proceso, se consigue un producto con todos sus aromas y sabores intactos, con ese sabor característico del aceite de oliva virgen extra que tanto nos gusta.
Torcus, el aceite alicantino que captura la esencia de Salinas
Ahora que conoces el aceite de esta área (Salinas), déjame contarte sobre uno que me ha dejado con la boca abierta este año: el aceite valenciano revelación, y te apuesto a que te robará el corazón.
¿Has probado un aceite que huela a hierbas recién pisadas por las cabras? Torcus es justo así. Nace cerca de Salinas, donde los olivos se agarran a las laderas del Vinalopó como si la piedra fuera su hogar. En esta tierra de sol que quema las piedras y aire que huele a tomillo salvaje, la Alfafarenca —esa aceituna testaruda que solo medra donde otras se rinden— se convierte en un oro verde con carácter de «aquí no se rinde ni el tiempo».
El secreto está en hacerlo como lo hacían los abuelos: extraído en frío, tan despacio que parece que las prisas no existen. Así salen esos aromas a campo fresco y un picor que no pica… te hace cerrar los ojos y soltar un «esto es pueblo, de verdad». Y no es cuento chino: tiene más antioxidantes que una despensa de abuela (los análisis como este lo confirman). Hasta los aceites de etiqueta cara se quedan calladitos.
Sus aceitunas vienen de Cocentaina y Planes, en El Comtat, porque Torcus no entiende de fronteras. Es como esos pastores que conocen cada rincón de la sierra. ¿Para qué vale? Para todo lo que se te ocurra: desde darle vida a unas migas rancheras hasta convertir un pan con tomate en un viaje exprés a estas montañas.
Ah, y lo del nombre tiene miga: Torcus viene de torcularia, esos talleres donde los romanos machacaban aceitunas a puro músculo. Un homenaje a cuando el aceite era sudor de tierra, no foto para redes.
Aunque no lleve sellos finos, Torcus es como el vino de la bodega del pueblo: sin etiquetas de diseño, pero con un alma que te engancha. Porque aquí lo que importa no es el frasco… es que al probarlo, sabes que estás ante la esencia de un lugar donde hasta las piedras del Vinalopó guardan secretos. 🌿⛰️
¿Has probado alguna vez un aceite recién extraído? Es una experiencia que no te puedes perder. Si quieres llevarte a casa un poco de este tesoro líquido, puedes encontrarlo en mi tienda online: MundoAceiteDeOliva.com.
Qué ver y hacer en Salinas: mucho más que aceite
Salinas no es solo aceite, es un pueblo con historia y encanto que merece una visita pausada. Su nombre se debe a la laguna salada que durante siglos fue el motor económico de la zona, y aunque hoy está desecada, ha dejado un legado cultural fascinante.
Qué ver en Salinas
- La Laguna de Salinas: Aunque actualmente está desecada, este espacio natural ha propiciado un interesante marco para la práctica de senderismo. Su entorno es ideal para los amantes de la naturaleza y la observación de aves.
- Iglesia de San Antonio Abad: Construida tras la inundación de 1751, es el edificio religioso más importante del pueblo. Su arquitectura sencilla pero elegante merece una visita.
- El Castillo – Fortín: También conocido como Castellet de Salinas, las ruinas del antiguo castillo se encuentran en un enclave privilegiado que ofrece vistas espectaculares del valle.
- Museo Municipal “Salinas Lugar Viejo”: Creado para proteger el patrimonio cultural de Salinas, alberga piezas arqueológicas y etnográficas que narran la historia del pueblo.
- Yacimiento Íbero de El Puntal: Un asentamiento que data del siglo V a.C., testimonio de la presencia íbera en la zona.
Qué hacer en Salinas
- Senderismo: El entorno natural de Salinas, con sus sierras y la laguna, ofrece numerosas rutas para los amantes del senderismo.
- Ruta del Vino: Salinas forma parte de la Ruta del Vino de Alicante, una oportunidad perfecta para conocer los caldos de la zona.
- Observación de aves: La antigua laguna y sus alrededores son un lugar privilegiado para el avistamiento de diferentes especies.
- Visita a las antiguas salinas: Aunque ya no están en funcionamiento, conocer cómo se extraía la sal es una experiencia cultural interesante.
Dónde comer en Salinas
- Restaurante Capricho de Leyre: Adaptado para personas con movilidad reducida, ofrece un trato excelente y platos elaborados con productos locales, incluido el aceite de oliva de la zona.
- Granada Mesón Restaurante: Un lugar imprescindible para degustar la gastronomía del municipio, con platos tradicionales como el arroz caldoso, el arroz con magro y garbanzos, o el fandango.
- Café Trivial: Cuenta con una gran variedad de productos en un ambiente cómodo acompañado de música suave, perfecto para una parada relajada.
- Restobar Ca Byron: Destaca por la excelente materia prima con la que elaboran todos sus platos y por su selección de vinos locales.
- El Chiringuito – Carnes a la Brasa: Como su nombre indica, especializado en carnes a la brasa, un lugar perfecto para los amantes de la buena carne.
Un paseo por La Mielería desde las tierras de la sal
Si tu ruta te lleva por Salinas, no puedes marcharte sin hacer una parada en Cocentaina. A unos 45 minutos en coche, siguiendo la ruta que serpentea entre montañas, encontrarás La Mielería en la Avenida Játiva, 76.
Este rincón dulce es el proyecto de vida de Nacho, mi cuñado, que lleva toda una vida (igual que su padre, abuelo y bisabuelo) dedicado a lo que más le gusta: las abejas y sus tesoros. No es un negocio más, es un espacio donde la tradición y la calidad se dan la mano.
En sus estanterías descubrirás una selección de los mejores aceites de oliva de la provincia de Alicante y Valencia, cada uno con su propia historia y carácter. Pero lo que realmente hace único este lugar son sus 22 variedades de miel artesanal, recolectada con mimo y respeto por la naturaleza. Y si tienes debilidad por lo dulce, no te vayas sin probar el turrón artesano de Jijona, elaborado según recetas centenarias.
Cocentaina es un punto estratégico en tu ruta: a 50 minutos de Benidorm, 40 minutos de Alicante, 70 minutos de Santa Pola y 60 minutos de Valencia. Una parada que merece la pena para llevarte un pedacito de esta tierra privilegiada.
Pueblos con encanto cerca de Salinas
Si tienes tiempo para explorar los alrededores, la comarca del Alt Vinalopó ofrece otros tesoros que no te puedes perder:
Villena: Con su imponente Castillo de la Atalaya y el famoso Tesoro de Villena, un conjunto arqueológico único en Europa.
Sax: Dominado por su castillo medieval, este pueblo ofrece un casco histórico encantador y es conocido por sus aceites de oliva centenarios.
Biar: Un pueblo con mucho encanto, con su castillo, sus calles empinadas y su almazara cooperativa que produce aceites de primera calidad.
Y si te animas a explorar un poco más, no te pierdas Benejama, Campo de Mirra y Cañada, cada uno con su propio carácter y, por supuesto, su propia relación con el aceite de oliva.
El aceite de Salinas: un sabor que perdura
Para terminar, solo puedo decirte que el aceite de oliva de Salinas es uno de esos productos que, una vez los pruebas, te acompañan en el recuerdo. Es el resultado de una tierra única, donde la sal y el agua han modelado no solo el paisaje, sino también el carácter de sus gentes y sus productos.
Si quieres llevarte un pedacito de esta tierra a casa, ya sabes dónde encontrarlo: en MundoAceiteDeOliva.com o, si te pasas por la zona, en La Mielería de Cocentaina. Te aseguro que, con cada gota de este aceite, estarás saboreando la esencia misma del Alt Vinalopó.
Como dicen por aquí: “De la terra, el millor”. Y no hay duda de que el aceite de Salinas es lo mejor que esta tierra puede ofrecer.