Pollo al Limón y Pimienta con Aceite de Oliva

1. Preparación Previa y del Marinado

• Precalentamiento: Empieza precalentando el horno a 200°C. Es crucial que el horno esté bien caliente para lograr una cocción uniforme y que el pollo se dore adecuadamente.
• Preparación del Limón: Lava bien los limones y sécalos. Ralla la cáscara de uno de ellos y exprime el jugo de ambos. La ralladura aportará un aroma intenso y un toque amargo que equilibra la acidez.
• El Marinado: En un tazón pequeño, mezcla el jugo de limón, la ralladura, los 4 dientes de ajo picados, la pimienta negra, la sal y, si lo deseas, el azúcar. Este marinado no solo impregnará el pollo de sabores cítricos y especiados, sino que también ayudará a ablandar la carne, otorgándole una textura más jugosa y tierna.

2. Marinado del Pollo

• Inmersión en Sabores: Coloca los 4 muslos de pollo en un recipiente amplio y vierte sobre ellos la mezcla del marinado. Asegúrate de que todas las piezas queden bien cubiertas. Este paso es fundamental para que el pollo absorba los sabores y se impregne con la esencia del limón y el aceite.
• Tiempo de Marinado: Deja reposar el pollo durante al menos 15 minutos a temperatura ambiente. Si dispones de más tiempo, lo ideal es marinarlo en la nevera durante 1 hora, lo que intensificará el sabor y favorecerá una textura más tierna.

3. Sellado en Sartén

• Calentar el Aceite: En una sartén grande, calienta las 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Es vital que el aceite esté lo suficientemente caliente para sellar rápidamente el pollo y conseguir una piel crujiente.
• Dorar la Piel: Coloca los muslos en la sartén con la piel hacia abajo y deja que se doren durante 4-5 minutos. Este proceso no solo ayuda a que la piel quede dorada, sino que también sella los jugos en el interior de la carne.
• Voltear el Pollo: Con cuidado, voltea los muslos para dorar ligeramente el otro lado. Este paso garantiza que el pollo se cocine de manera uniforme y adquiera una textura perfecta.

4. Cocción en el Horno

• Transferencia al Horno: Una vez sellados, transfiere los muslos de pollo (ya sea con la sartén si es apta para horno o pasándolos a una bandeja) al horno precalentado.
• Tiempo y Temperatura: Hornea durante 20-25 minutos. Para asegurarte de que el pollo está perfectamente cocido, verifica que la temperatura interna alcance los 75°C. Utiliza un termómetro de cocina en la parte más gruesa del muslo para mayor precisión.
• Consejo: Durante el horneado, el aceite de oliva continúa trabajando, ayudando a mantener el pollo jugoso y aportándole un sabor extra que lo diferencia de otros métodos de cocción.

5. Reposo y Presentación

• Dejar Reposar: Tras sacarlo del horno, deja reposar el pollo durante 5 minutos. Este reposo es clave para que los jugos se redistribuyan, garantizando un pollo tierno y sabroso en cada bocado.
• Toque Final: Justo antes de servir, espolvorea perejil fresco picado sobre el pollo. Esto no solo aporta un color vibrante al plato, sino que también añade un toque fresco que complementa la acidez del limón y la intensidad del aceite de oliva.